Suscribete a
ABC Premium

Una raya en el agua

Disipación de la quimera

A Sánchez lo ha derribado del caballo pacifista la luz de alguna cancillería donde no gustan las actitudes descomprometidas

Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La ventaja de las personas sin principios es que hay ocasiones en que pueden acertar al rectificarse a sí mismos. Sánchez lo hizo esta semana con ese aplomo tan suyo para el autodesmentido, esa naturalidad con que en horas veinticuatro es capaz de sostener dos ... criterios distintos sin necesidad de justificar el motivo. No era difícil, de todos modos, adivinar la procedencia de la luz paulina que lo derribó del caballo pacifista: dimanaba de Bruselas, de Berlín o de alguna otra cancillería donde no gustan las actitudes descomprometidas después de haber apoquinado miles de millones para que España mantenga a flote su economía. Pudo ser Von der Leyen, o Stoltemberg, o Scholz, o acaso ese Borrell que ha rescatado la oratoria enardecida -«nos acordaremos de quienes no estén a nuestro lado»- de sus tiempos de adalid antinacionalista. El caso es que cuando el presidente acabó por hacerle una finta a sus declaraciones de la víspera cumplió dos viejos asertos: el de Fraga sobre la retractación como única acción virtuosa de los socialistas y el del refranero sobre los relojes parados que dos veces al día ofrecen el horario correcto. Como le sucedió en 2010 a Zapatero, ha constatado a la fuerza que cuando los problemas se ponen serios importan más las voces de fuera que las de dentro. Bienvenido sea su arrepentimiento porque no tendremos muchas más oportunidades de aplaudirle un gesto.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación